31 diciembre, 2014

Va a explotar.



Mi corazón se está perdiendo cada vez más entre esta impotencia que galopa ansiosamente por cada pared de mi cabeza, intentando despertar esta ira que reside tan sensiblemente en mí, a la que cada noche le canto para calmar y dormir. Su obediencia me preocupa pero no mucho más que mi falta de voluntad. Necesito huir de este ruido que me envuelve y me acaricia la nuca hasta gastar toda su luna y sin permitirme llegar hasta el sol. Quiero ver al cielo con mis propios ojos y nunca más el reflejo de un fallido arrullo. Tengo que alejarme antes de que sean demasiados los amaneceres sin conocer. 
Que esta impotencia se vaya, pero no a través de lo que pueda lamentar. No es que pretenda ganar esto, solo es el temor a perderme a mí. 




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Todo relato redactado aquí me pertenece (salvo aquel en el que especifique lo contrario). Los hechos y/o personajes pertenecientes a cada uno de los textos son ficticios, cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia. Advierto que pueden existir excepciones.

De todas formas interprete las cosas como se le de la gana, ya que a mi nunca me hacen caso y sacan cualquier conclusión.

Cuénteme de usted o hábleme mal.
No más ordenes. Besos, abrazos y patadas.