27 octubre, 2015

Me mudo.



Todo tiene su ciclo, y este espacio es una etapa que fue cerrada hace bastante tiempo. 
Y por si alguien llegara a caer acá de casualidad, queda totalmente invitado a echarle un vistazo a mi actualidad, en donde la ilustración ocupa gran parte de mi vida diaria. Y si no, puede quedarse paseando un rato por lo que fue mi adolescencia. 

C&C 2010 - 2015 R.I.P

NUEVO BLOG 

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22 enero, 2015

Inciso IV

Río.


Desperté y lo primero que noté fueron mis pies. Al principio me encontré descalzo, parado sobre el río, lugar en el cual amaba estar. El agua fluía sin parar entre cada uno de mis dedos generandome un delicado y hermoso cosquilleo, a su vez, podía sentirla en cada parte de mi ser. Lavé mi cara y respiré. El aire acariciando mis pulmones era en ese momento lo más cercano a la libertad que conocía.
De repente, al volver a notar mis pies, estos se hallaban envueltos por unas pesadas botas, vestía como se debe vestir cuando visita el invierno. Parado sobre el mismo río alcé mi vista y distinguí lo que sería mi cabaña. Alguien cálido me esperaba aunque nunca sabré bien, pero mi curiosidad se concentró rápidamente en el paisaje. Montañas que alguna vez se ocultaron tras lo verde eran ahora bañadas por la nieve. Cuando regresé al río era un tiempo diferente, cargaba un rifle y una latente ansiedad en mi pecho. Yo era el cazador. 
Podía diferenciarlo entre cinco o quizás miles y cuando lo hacia, puedo asegurar, reía... y lloraba desconsoladamente sin saber porqué, pero era feliz. Y ese momento era lo más cercano a la libertad que conocía. 
Una mañana disfrazada de blanco me despertó en un día diferente con miedos desconocidos sin poder distinguirme. Disparé. Pareciera que el Sol se hubiera vuelto escarlata, mientras lloraba desconsoladamente me esclavicé a mi dolor. 
Estaba obsesionado con la sensación que alguna vez sentí en mi pecho y viví para renacer en ese momento, fue entonces cuando decidí explorar la montaña. Escalé sin detenerme convencido de que allí encontraría. 
Mi búsqueda siempre fue mi libertad. Tras haberle fallado a mi amor, fue una flecha atravesando mi estómago lo que me alejó de mi traición, y encontré. 
Fui un cazador enamorado de un ciervo.

Enero, 2015


17 enero, 2015

~


Fue en el agua donde me vi reflejada y pude ver arder el fuego en mi interior.
Y si solo es viento lo que resta al final del tiempo, voy a renacer. 
Y todo está bien tal y como está. 


31 diciembre, 2014

Lastimado lastimando.





Cosas que mueren en mí y luego vienen los gusanos a comerse los restos, dejando pequeños huecos a través de los cuales por las noches salen a divertirse mis fantasmas invitando a sus pares, y mi terror de que algunos escapen y me sean infieles con el reflejo del amor que aún llevo dentro.



Precuela — II


León despierta en medio de la madrugada y se convierte en cordero.


Mayo 28.
Todo el tiempo estoy a la espera de que el tiempo pase.

Se trata de ver pasar las horas percibiéndolas con cada órgano del cuerpo, con cada sentido adormecido. Saber que corre lento y no sentir más que con la mente en otro lado. Hasta llegar y recostarme en un lugar en el que al abrir los ojos estés vos y esos intentos de asesinarnos que terminan en lluvia, un chaparrón amable que acaricie nuestra furia. Cálida, justo como lo precisamos, como te necesito, como debería de ser yo.
El tic toc se recupera, el sueño empieza a despertarse. Ahí mismo, entre mil almohadas vos y un segundo de paz. Te quiero porque el tic toc pasa fugaz y no duele. Rápido y no pesa. Hasta que abro las ventanas de mi mente y el sol no está, solo es el techo y otra vez mi desconsuelo que acompaña al silencio entre mis sábanas. La angustia que apuñala a mis palabras, es la misma que tarde o temprano vomitará en tu espalda, pero recuerda que el que avisa no traiciona y mi desesperación a tu conocimiento le ha sido siempre fiel.




Va a explotar.



Mi corazón se está perdiendo cada vez más entre esta impotencia que galopa ansiosamente por cada pared de mi cabeza, intentando despertar esta ira que reside tan sensiblemente en mí, a la que cada noche le canto para calmar y dormir. Su obediencia me preocupa pero no mucho más que mi falta de voluntad. Necesito huir de este ruido que me envuelve y me acaricia la nuca hasta gastar toda su luna y sin permitirme llegar hasta el sol. Quiero ver al cielo con mis propios ojos y nunca más el reflejo de un fallido arrullo. Tengo que alejarme antes de que sean demasiados los amaneceres sin conocer. 
Que esta impotencia se vaya, pero no a través de lo que pueda lamentar. No es que pretenda ganar esto, solo es el temor a perderme a mí. 




30 diciembre, 2014

Precuela — I



Él es León y es obligado por sí mismo a perpetuar su inestable memoria a través de la escritura, aún si el precio que deba pagar es tan alto como jugar bruscamente con la fragilidad de su cordura. Pero en lo más recóndito de su pecho laten vehementemente los restos de un recuerdo que aguardan a ser desenterrados.



Mayo 27
La ciudad está confundida.

Si no logro llorar con las situaciones más dolorosas, me pregunto entonces, ¿a dónde irá a guardarse el dolor?

Así comenzaría un nuevo diario. Hoy a la tarde, luego del apagado paseo de cada martes, cuando entré a la librería creí por un momento que esta vez dibujaría nuevos pensamientos. Comienzo a pensar que el costo marcado en aquel recibo es aún más molesto que el motivo que me conduce a todo esto, que tan solo me estanca acá, en nada.
Mientras regresaba a casa me sorprendió el delicado vuelo de un gorrión que con sus plumas acarició suavemente mi mejilla. Creí que iba a empezar con ello, pero ahora solo quiero redactar la dolorosa puntada que experimenté en mi pecho al levantar la vista y ubicar, por milésima vez en el día, tu rostro en el de una simple transeúnte. O tal vez no... no, en realidad no quiero. Pero me han dicho que debo hacer esto.
Empecé hace un,año, hoy es algo así como el aniversario de mi inexistencia. Mi terapeuta, al que dejé de ver hace seis meses, me dijo que debía comenzar a tomar nota de cada acontecimiento que considerara relevante (o del que simplemente quisiera escribir). Al principio era por la desesperación que me daba olvidar como ya olvidé, luego porque de a poco me fui dejando de hablar.. y después ya no recuerdo qué más. Tengo miedo, como esta tarde... ¿ya escribí acerca del incidente en dónde nuevamente confundí sus rasgos? Pero me olvidé de la sensación... y a dónde habrá ido ese sentimiento, es mi mayor duda. Y es ahí cuando comienzo a creer que puedo enjaular esto que siento dentro de un par de renglones. De mi garganta solo sale tinta que dibuja explicaciones, o mejor dicho, excusas de porque no puedo ser... Mentiras. Estas letras solo ocultan y no describen en verdad como me siento porque al leerlas no lastiman y no queman. No desgarran y no pesan como mi pecho y mi cien. Pero mentir funciona como anestesia para todo este rencor, aunque a fin de cuentas, las cicatrices nacerán y no seré yo quien las alimente.
Algunos dicen que estoy obsesionado, y quizás lo esté pero se que no es con nada más que no sea ajeno a mí. Tal vez esto no sea bueno -esto de escribir- y no tenga más que dejar atrás hasta a su voz. Pero siquiera darle paso por mi cabeza a esa idea me provoca una ahogante desesperación. 
Quiero y quiero y solo quiero aquello que no es para mí. Tu atención, y su falta; mi angustia. Te perdés en lo gris y he llegado a pintarte con mi sangre para no dejarte ir. No hice mas que reflejarme. ¿Quién sos? O quiénes somos.  Olvidé todo porque me desgasté hasta el punto de teñirte en mi dolor y perdí la razón en un asunto en el cual nunca debería de haber interferido. Te convertí, logré que fueras algo sin notar que enterrados quedaron tus inicios, asfixiado nuestro amor.

No es una obsesión y quizás esto no esté bien... esto de revivir...
En la radio suena "Don't look back".



25 noviembre, 2014

Por favor, que no me olvide nunca más...


Dibujar. Brech. El mar. La música. Bailar psychobilly en la playa. Bañarme con agua caliente. Sentir el viento fresco. El frío. La lluvia. Una taza de café. Los recitales. Un pogo. Cantar. Gritar. Aprender. Enseñar. Los buenos profesores. Los abrazos. La percusión. Las sonrisas en los rostros de la gente que amo. El mar de noche. La noche misma. Viajar en colectivo. Los arboles. El teatro. Carajo. Los amigos. La familia que uno elige. Escribir. Llorar. Encontrar nuevas canciones. El sol. Correr. Andar en bicicleta. La noche. El mar. Dibujar. Besarte. Las frutas. La pizza con jugo en la plaza. La pizza y la playa. La pizza y la gente que amo, de noche, en donde sea. Los nenes del barrio. Los que me hacen renegar, los que me hacen emocionar. Las canciones con letras hermosas. El hardcore. Las hamburguesas de lentejas. Las noches de verano. La casa okupa. Los buenos dibujos. Los festivales. Klimt. Quedarme sola en casa. Las charlas de madrugada. Que se corte la luz, las velas. Contar cuentos. Abrazar. Compartir una comida. El teatro. Los talleres. Conocer gente nueva. Las buenas historias. Sentir amor. Hacer el amor. Hablar con la mirada. Tirarme en el piso los días de mucho calor. Sentirme querida. Querer. Hacer regalos. Caminar de la mano. Las cartas. Que me tomen de las mejillas para besarme. Las estrellas. El cielo. Las estrellas. Las estrellas. El mar. Superar el dolor, comprender sus enseñanzas. Los lindos apodos. El mate. Los animales. Crear. Arreglar. Superarme a mi misma. Inventar. Dar amor. Recibir amor. Respirar bien. Los buenos breakdowns. Resistir. Sentir este fuego dentro de mi. Sentir, sentir, sentir. Los recuerdos que me hacen sonreír. Los festivales. Las naranjas. El tomate. Los lobos. La cerveza. El vodka de frutilla. El té de cereza. Los pasteles y los lápices. Mi rincón con mis dibujos, mis escritos y mi corazón. Mi desorden. Mi cama. Dormir bien. La Pantera Rosa. Los dibujos que me hiciste. Las cartas que escribiste. El amor que me diste. El amor que me da la gente que me rodea. El post-rock. Hacerme cargo. Bailar. Que una canción me haga llorar. Que una canción me abrace. Que una canción me ayude a levantarme. Stick to Your Guns. La voz de Dallas. El 14 de Junio. El 9 de Marzo. El Luna Park. El 17 de Mayo. Un par de días antes. El abrazo en el puente de aquel 2010. La batería. 16 de enero. El último reci de 1060. El yaoi. Las primeras veces. Algo en que creer. El beso tímido. Mis fines de semana. El momento. Las empanadas de lentejas. El brocoli. Las papas fritas. Pff, las papas fritas. Ser creadora de mi camino. Alimentarme de aventuras y de sentimientos. El campo. El monte. El bosque. La playa desierta. Ser yo misma. Las sierras. Las medias largas. Amarme tanto. Naruto. Somos el océano. El corazón. Y el cosmos. Siempre actuar acorde a lo que siento. Respirar profundo. Inhalar amor. Sentirme libre. Darle forma a la llave. El universo. Tus momentos de lucidez. Elegir. Algo raro acá en el alma que se siente tan bien. Perdonar. Dejarte ir. Descomprimir mi corazón. Cortarme el pelo. Empezar. Despertar con el amor de mi perro o junto a quien amo. Hacerte sentir bien. Diseñar. Los días de fiaca. Moverme todo el tiempo. Salir. Caminar. Los escondites secretos. El fuego, el viento, el agua, la tierra. Soñar. Evitar el daño. Ayudar. El pasto. Jugar. Superar los miedos. Arriesgar. Ganar, perder. Sentir la paz. La calma. El equilibrio. Mi espacio, mi soledad. Ser yo misma y aceptarme con todo este amor, con toda esta rabia, esta ira, este dolor, esta esperanza, esta derrota y esta victoria. Ser fiel a mi misma y entender que equivocarme no es dejar de serlo. Viajar. Estar sola. Estar en buena compañía. Acariciar. Morder los labios. Dar todo de mi por alguien más. Escapar. Quedarme. Pelear lo malo. Aceptar. La siesta. Buscarme. Seguir creyendo. Las cosas dulces. Las películas de superheroes. Un block de hojas. La graciosa barba de Brech. Las personas trasparentes. El amor. Confiar en mi. El chocolate. Generar emociones mediante el arte. Los besos. Conocer nuevos lugares. Alejarme de vez en cuando. Descubrir nuevos sabores. Hacer feliz a los demás. Las fiestas con buena música. Los tatuajes. Reír a carcajadas. El manga. Compartir gustos raros. Las coincidencias, sobre todo las más locas e inimaginables. Los besos en la espalda. Que canten para mí. Brindar comodidad. Pintar. Inspirarme. El reconocimiento por lo que amo hacer. La honestidad. El pan casero de mamá. La luna. Dejar mi huella. Ver mis dibujos en tantas paredes y mesas. Un buen libro. La pasión de las personas cuando hacen lo que aman. Las sonrisas. Las miradas. Las frazadas. El perfume. Los niños. Los perros. El amor. La libertad. Pensar. Actuar. La pasión. El amor. El mar. Dibujar. 


Caer, levantarme. Todas las veces que quiera. Vivir. 


12 noviembre, 2014

Enfrente.


Apaga mi corazón un segundo, silenciando mis sentidos para no poder ver aun con los ojos cerrados. Necesito sentirme bien como cuando estás, pero sin tenerte aflora la culpa y me ahoga el desagradable aroma de recordarme mintiéndome a mi mismo. Engañando a mis latidos, cambiándole la existencia para sentirme mejor con la mía. Para equilibrar otra más. Y no puedo complacer a más de un alma sin fallarme, sin embargo puedo contemplarlas desde distintos compases incluidos en la  misma melodía. Paradójico, y estúpido porque... ¿qué es en realidad más importante? Quizás complacer sea mentir y cualquier motivo para desviarme de mis sentimientos es falacia.

Real, pero incomprendida. Van buscando cambiarle la letra a esta canción sin saber que no hay nada más allá de este tarareo al ritmo de mi palpitar. No hay un doble sentido en mis notas, pero siempre más de un oído para conmover. Y aunque el mundo se volviera sordo, no dejaría de existir. No cantar por depender de un público es no ser fiel a mi mismo.

Tal vez me culpo solo por miedo de que no entiendan que lo trágico fue poner una venda en los ojos de la verdad. El negar no fue jamás motivo de inexistencia, como aceptar no fue tampoco causa de lo mismo. El legítimo dolor se encuentra al comprender que existir no es proporcional a uno solo.

Pareciera que he logrado perdonar a todos menos a mi mismo. Y sigo engañándome, porque esto es otro intento más por proteger algo.
Supongo que solo soy un cobarde con pensamientos valientes atrapado en un mundo de doble moral.




23 octubre, 2014

"Solo es una sombra cuando tapan la luz"


No querés apagar la luz por miedo a sentirte sola, pero el sentir no es novedad, ¿no es esto cierto? ¿Hace cuanto ya que estás en la oscuridad? Solo estás impresionada por un pequeño relámpago que te llevó a notar con pánico las inmensas telarañas de un estante que durante ya mucho tiempo te hicieron adoptar como tu hogar. 



26 agosto, 2014

El peso del silencio...

Lo que quiero es un secreto porque no es nada de quien me lee. Y menos de quien no me oye por estar absorto en lo que a cuatro vientos no deseo. Me callo por miedo de perder a un sordo que me habla nada más de lo que no veo porque estoy ciega para el conformismo. Sólo (sola) anhelo la libertad que tan lejos se halla de su discapacidad emocional, y también, de mi incapacidad espiritual. ¿Pero por qué conservar este lazo, si los mismos no se hacen de retazos? 
Ando atada al universo egoísta de tu materia superflua y vacía, la encuentro ansiosa por robarte hasta la ultima palabra e invitarme a través de tus ojos ya quebrados a ser también su compañía. Y a veces me tienta distraerme de mi propio mundo en vías de desarrollo, pero mi cobardía no supera la de tu ausencia en la vida. 

Me proyecto con miedos porque la luces con las que afrontaba mi existencia se apagaron al comenzar tu función. Es curioso que me sepa los diálogos de memoria y que no crea en finales felices, cuando solo he visto los créditos. Igual me queda esperanza porque disfruto de dibujar los escenarios, por eso es que me quedo.

Voy a guardar el secreto, hasta encontrar esa cinta y rev(b)elarme
el valor de volver a ser yo, el mundo
y mi camino. 

Por eso es que me voy.

...Puede quebrar una costilla. 


25 julio, 2014

Paso I — Negación


Me voy a morir y posiblemente nadie sepa de todo esto que pienso y siento, ni una pequeña porción de cada cosa que siempre quise transmitir. Así como tampoco sabré nunca qué pasa por la cabeza de la persona a la que le rompí el corazón, y es por eso que siento que tengo derecho a justificarme diciendo que estas mismas cosas que nos van matando, son parte de vivir.


Mis razones o tuyas y las de más allá, dolores que no se conocen. Y es parte de estar, sufrir.  Mi odio que ya casi no reconoce entre rostros y se la agarra conmigo. Pero en qué cambiaría que se distingan las causas de mis malos tratos, que justamente son otros... y de este círculo… de esta rueda maldita que me lleva colina abajo, me quiero bajar.  Por lo sano, lo justo. Lo desconocido a estas alturas.

Cada letra que avanza a medida que vomito mi existencia, me va marcando un segundo menos en el que nadie sabe de mi. De que me escuchan y miran a otro lado, se pierden en materia y me fundo en remordimiento al dudar acerca de si conocerme o no a mi misma. 


(...)




05 julio, 2014

Humanidad en lata I

Tus días armados te enferman
Te explican los síntomas de tus propia ignorancia
Depositás tu fe y la salvación no te pertenece 
Te venden el remedio para tu miedo
Que te genera dos más
Dependencia
Y el circulo ha comenzado.
Pero vos crees, porque alguien a quien también le fue entregada su rutina, tiene una prueba de que vale y que todo es ajeno a vos. 
La culpa protagoniza la obra, pero tranquilo, hay cotillón suficiente como para que te ocultes bajo un manto de apatía, la máscara del conformismo y salgas a distraer. Sos un extra más el acto de vivir.

Marcas


Como amo tu sonrisa cuando miente
y tus labios cuando hieren a los míos
obligándome a querer besar escombros, el piso de mi propia traición
lo conocí con el arma acá en mi pecho que dispara grises
porque transporta la ausencia de tu esencia
por mis venas
en vos
qué querés dibujar en mi? los planos de tu desdicha,
bocetos de nuestra historia esfumada
un amor desproporcionado entre la vida y mis ganas
pero el final escrito con tinta, a mucha presión
te borré

Y se abrieron grietas en esta página tan desgastada que
no voy a arrancar

03 marzo, 2014

Remitente incorrecto.

La otra noche te soñé, ¿pero cómo puede ser posible si no te conozco? Solo era la imagen del ideal que me formé hace ya tanto cuando ambos eramos otros. Sonreías como me hubiera gustado verte sonreír a lo largo de estos años, y me encantaría saber si lo haces con esa intensidad. Me desperté mezclada entre una especie de impotencia y desilusión, pero no era más que la nostalgia de siempre. Yo no te extraño a vos en realidad. 
Uno necesita regresar a la inocencia de vez en cuando y yo vuelvo a vos con mucha frecuencia. Creo que uno tiene la capacidad de confiar plenamente en algo una sola vez en la vida, después no se repite con la mima frecuencia (como el amor, pero más puntual), lo demás es caer y levantarse pero de lo primero no se vuelve, no se escapa. No se puede dejar atrás y está bien, se mantiene vivo a pesar de no pertenecerte de la misma forma.
De todas maneras no estoy preparada para aceptar que la gente que más importa para uno es capaz de desaparecer, quizás el dolor más grande e incomprensible para mí, todo lo demás es pasajero. La evanescencia completa del físico es incomprensible para mi escasa experiencia. Pero el dolor no pasa por ahí, puntualmente por vos, sino por otro lado, más cerca y diario. Vos no sos dolor, ni sonrisas enormes que nunca vi. Vos sos esto que escribo y que invento, que nunca voy a poder redactar con claridad y nunca vas a ser más que esto porque no voy a volver a conocerte. Y voy a seguir regresando a las palabras y los gestos de alguien a quien le puse tu nombre y a despertar con impotencia y sentirla fuertemente, pero nunca voy a estar preparada porque todavía no aprendí a decir "adiós, punto final" sin un último encuentro, un último abrazo y una promesa cumplida.